miércoles, 29 de mayo de 2013

Poca diferencia

Es que vivo entre oquedades
y aunque no tenga mayores dificultades
la tristeza y sus males
enfrían el ánimo mío
y el de unos tales por cuales

Nadie está en calma
entre los molestos ruidos del día, sin embargo
todo se desplaza con espantosa naturalidad:
hay sonrisas de estupidez
entre las otras caras tristes y cansadas,
ánimos tan falsos y embalsamados
por miedos o preocupaciones
que si apareciese de súbito un ángel
todo mundo se largaría a llorar
y con la venida de un demonio
se sacarían los ojos del espanto.

No soy muy diferente a los demás
no estoy en calma,
me desplazo con espantosa naturalidad,
tengo mis sonrisa de estupidez,
la cara triste y cansada,
pero no tengo miedo
he visto ángeles, los he amado
y todos los demonios que he conocido
han sido buenos maestros.
 

jueves, 23 de mayo de 2013

Azul Deshabitado, de Defensa del Ídolo, Omar Cáceres (1904-1943)


Y, ahora, recordando mi antiguo ser, los lugares que yo
He habitado,
Y que aún ostentan mis sagrados pensamientos,
Comprendo que el sentido, el ruego con que toda soledad extraña
Nos sorprende
No es más que la evidencia que de la tristeza humana queda.

O, también la luz de aquel que rompe su seguridad, su consecutiva
Atmósfera
Para sentir cómo al retornar, todo su ser estalla dentro de un gran
Número,
Y saber que “aún” existe que “aún” alienta y empobrece pasos en la tierra
Pero que está ahí absorto, igual sin dirección,
Solitario como una montaña diciendo la palabra entonces:
De modo que ningún hombre puede consolar al que así sufre:
Lo que él busca, aquellos por quienes él llora ahora,
Lo que ama, se ha ido también lejos, alcanzándose!

mueca o morisqueta?

me miro al espejo
no se si mi mueca
es de dicha o de espanto




miércoles, 15 de mayo de 2013

Del transito del día

                                                                      Inspirado por la lisergia y la embriaguez

De buscar buscando melodías distintas
tumbando en verdes prados ha quedado 
entre tanto susurro sacro amortajado. 
Escucha no escuchando el silencio, 
toca sin tocar la piel
come sin comer la miel. 

Caminatas destrozadas, quietudes esparcidas 
luces divididas.
Parques con sus árboles,
árboles con sus pájaros,
ellos con sus cantos,
nosotros y nuestros llantos. 

¿Dónde queda la nobleza del atardecer?
evasiva, alguien quiere atraparla,
se van sus soles
y de la noche llegan las canciones
sonidos claros y sin colores. 

Humos de olvido pasan por el techo negro
se van así como también se van los del recuerdo,
llega la hora de pagar el mal sano dividendo
y desollar  al seso sediento
por dejar respirar en paz este aliento.

Rugiendo quiero que llegue el amanecer  
pero en sigilo pasa y pisa
sin molestar al que descansa 
no interrumpe ni sus sueños ni anhelos
respeta sus pesares, logros y consuelos,
y se va a pesar de nuestro ruego 
y se va como en un eterno juego.