jueves, 23 de mayo de 2013

Azul Deshabitado, de Defensa del Ídolo, Omar Cáceres (1904-1943)


Y, ahora, recordando mi antiguo ser, los lugares que yo
He habitado,
Y que aún ostentan mis sagrados pensamientos,
Comprendo que el sentido, el ruego con que toda soledad extraña
Nos sorprende
No es más que la evidencia que de la tristeza humana queda.

O, también la luz de aquel que rompe su seguridad, su consecutiva
Atmósfera
Para sentir cómo al retornar, todo su ser estalla dentro de un gran
Número,
Y saber que “aún” existe que “aún” alienta y empobrece pasos en la tierra
Pero que está ahí absorto, igual sin dirección,
Solitario como una montaña diciendo la palabra entonces:
De modo que ningún hombre puede consolar al que así sufre:
Lo que él busca, aquellos por quienes él llora ahora,
Lo que ama, se ha ido también lejos, alcanzándose!

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