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Para recorrer el bosque  de las rosas
hay que soportar las espinas,
para llegar a la cima los pies deben doler.
el ahora se cimienta con los pilares
fabricado con los huesos del ayer
los campos fértiles fueron regados con sangre
carne inocente, voluntaria ardió en las hogueras.

Subiendo la montaña a la orilla de un río
encontramos un gran rosal de flores rojoscuro
cuando quisimos tomar su fragancia
sostuvimos los tallos,
nos sangró la mano
nos serenó la fragancia
nos incendió el alma
nos descendió la mirada.

La cumbre está lejos para quien desea llegar  rápido
el que va mirando las piedras
y conversando con ellas, además de aprender
se olvida de las distancias